Según un informe de los medios locales, un coleccionista de arte contrató a un restaurador de muebles por 1200 euros para modificar una copia del famoso cuadro ‘Inmaculada Concepción’ del artista Bartolomé Stephen Murillo.
Sin embargo, al final de la ‘restauración’ el rostro en la pintura se volvió irreconocible, por lo que se hizo un segundo intento para arreglarlo, pero esto empeoró la situación.
Llamado a la disciplina contra las instituciones que destruyen el patrimonio cultural
Los expertos en arte españoles, abrumados por la reciente catástrofe, han pedido que se repriman los posibles intentos de destruir el patrimonio cultural. Tales desastres son «mucho mayores de lo que se pensaba», dijo María Borja, vicepresidenta de la Asociación Española de Reconstrucción y Preservación de Artefactos Históricos (ACRE).
«Seamos honestos, arruinan trabajos»
«No creo que se deba tratar a estas personas como expertos en restauración. Para ser honesto, están destruyendo obras», dijo el profesor Fernando Carrera, un historiador del arte que trabajó durante un tiempo en ACRE.
El reciente desastre de la Reconstrucción recordó el escándalo de «Cristo Mono» en 2012. Cecilia Kimines, de 81 años, quien intentó recuperar el cuadro del cuadro ‘Ex Homo’ de Elías García Martínez, regresó al municipio en busca de ayuda cuando su rostro se volvió irreconocible. La pintura se distorsionó tanto que llegó a ser conocida como ‘Jesús mono’.
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